La memoria humana es la función cerebral resultado de conexiones sinápticas entre neuronas mediante la que el ser humano puede retener experiencias pasadas.
Los recuerdos se crean cuando las neuronas integradas en un circuito refuerzan la intensidad de las sinapsis.
Estas experiencias, según el alcance temporal con el que se correspondan, se clasifican, convencionalmente, en memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente) y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes).
Gracias a la memoria a corto plazo la persona no se satura de contenidos, muchos de ellos se olvidan y otros pasan a recordarse a medio o largo plazo.
La memoria a corto plazo es el sistema donde el individuo maneja la información a partir de la cual está interactuando con el ambiente, aunque esta información es más duradera que la almacenada en las memorias sensoriales, está limitada.
Como en la capacidad del sistema de la memoria de corto plazo parece residir un aspecto fundamental de la inteligencia, los psicólogos cognoscitivos se han interesado en determinar qué produce el límite de cuatro objetos para la mayoría de las personas. Una idea razonable que los investigadores han estado considerando consiste en que la capacidad de la memoria puede estar influenciada por la complejidad de los artículos que se almacenan.
¿La memoria humana trabaja de esta manera? El estudio bosqueja algunas conclusiones sorprendentes sobre el tema.
Incluso cuando los sujetos participantes en los experimentos, de edades comprendidas entre los 18 y los 30 años, tenían que recordar objetos muy complejos, todavía podían mantener cuatro objetos en la memoria activa.
Sin embargo, la nitidez de los objetos no era perfecta, y algunas personas tenían recuerdos mucho más claros que otras.
Un segundo hallazgo también sorprendió el equipo dela Universidad de Oregón.
Si bien puede parecer razonable que las personas que piensan sobre más objetos simultáneamente también podrían tener recuerdos más claros que el promedio, los investigadores encontraron que esta suposición no era correcta.
Según los resultados, las personas que pueden recordar muchos objetos simultáneamente no tienen necesariamente los recuerdos más claros de esos objetos. Saber el número de cosas que una persona puede recordar no dice nada sobre cuán precisa puede ser la memoria de esa persona.
Así, aunque aquellas con altos coeficientes intelectuales pueden pensar sobre más cosas simultáneamente, no hay garantías sobre cuán buenos podrían ser esos recuerdos.
La disminución de neuronas o el mal funcionamiento de neurotransmisores como la acetilcolina, ralentizan el almacenamiento de la información.
Los problemas de vista y oído, impiden registrar bien la información lo que dificulta su asimilación.
Los recuerdos se crean cuando las neuronas integradas en un circuito refuerzan la intensidad de las sinapsis.
Estas experiencias, según el alcance temporal con el que se correspondan, se clasifican, convencionalmente, en memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente) y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes).
Gracias a la memoria a corto plazo la persona no se satura de contenidos, muchos de ellos se olvidan y otros pasan a recordarse a medio o largo plazo.
La memoria a corto plazo es el sistema donde el individuo maneja la información a partir de la cual está interactuando con el ambiente, aunque esta información es más duradera que la almacenada en las memorias sensoriales, está limitada.
Como en la capacidad del sistema de la memoria de corto plazo parece residir un aspecto fundamental de la inteligencia, los psicólogos cognoscitivos se han interesado en determinar qué produce el límite de cuatro objetos para la mayoría de las personas. Una idea razonable que los investigadores han estado considerando consiste en que la capacidad de la memoria puede estar influenciada por la complejidad de los artículos que se almacenan.
¿La memoria humana trabaja de esta manera? El estudio bosqueja algunas conclusiones sorprendentes sobre el tema.
Incluso cuando los sujetos participantes en los experimentos, de edades comprendidas entre los 18 y los 30 años, tenían que recordar objetos muy complejos, todavía podían mantener cuatro objetos en la memoria activa.
Sin embargo, la nitidez de los objetos no era perfecta, y algunas personas tenían recuerdos mucho más claros que otras.
Un segundo hallazgo también sorprendió el equipo de
Si bien puede parecer razonable que las personas que piensan sobre más objetos simultáneamente también podrían tener recuerdos más claros que el promedio, los investigadores encontraron que esta suposición no era correcta.
Según los resultados, las personas que pueden recordar muchos objetos simultáneamente no tienen necesariamente los recuerdos más claros de esos objetos. Saber el número de cosas que una persona puede recordar no dice nada sobre cuán precisa puede ser la memoria de esa persona.
Así, aunque aquellas con altos coeficientes intelectuales pueden pensar sobre más cosas simultáneamente, no hay garantías sobre cuán buenos podrían ser esos recuerdos.
La disminución de neuronas o el mal funcionamiento de neurotransmisores como la acetilcolina, ralentizan el almacenamiento de la información.
Los problemas de vista y oído, impiden registrar bien la información lo que dificulta su asimilación.
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